La nueva Xbox One S no se diseñó para jugar mejor a los videojuegos

En la feria E3 de este año varias compañías han soltado anuncios importantes sobre los nuevos proyectos en los que vienen trabajando. Algunos, ya fueron presentados como es el caso de Xbox One S. Una consola que a primera impresión pareciera más potente y eficiente que su predecesora, pero la verdad es que no existe mucha diferencia.

Microsoft ha confirmado que la GPU y CPU adicional de la Xbox One S, no es para mejorar el rendimiento de los videojuegos, sino es para que los desarrolladores puedan implementar soporte HDR en los juegos. Si bien la Xbox One S es compatible con salida de video 4K, esto no genera mayor impacto en los juegos. Al respecto, Philp Spencer, insiste en que los usuarios no deben pensar en comprar la nueva consola creyendo que conseguirán un mejor rendimiento, ya que no fue diseñada para hacer eso.

Esta aclaración hecha directamente por la misma Microsoft aclara muchas de las dudas que existían. Lo seguro es que Xbox One S mantendrá la misma tradición que todas las nuevas consolas llevaron adelante sobre los sistemas originales, mejoras en cuanto a tamaño y menor consumo de energía, pero el mismo rendimiento de juego.

Si eres de los que no está satisfecho y está buscando un mejor rendimiento de juego, Microsoft, ha anunciado ‘Project Scorpio’, una consola diseñada exclusivamente para este fin, pero que verá la luz recién en 2017. A diferencia de la Xbox One S. contará con un hardware mejorado para ofrecer juegos en resolución 4K de forma nativa. Sin duda, es una consola pensada para usuarios más exigentes y que marcará una nueva era.

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